lunes, 31 de agosto de 2015

Arequipa

Llegamos tarde a Arequipa y, no habiendo conseguido coach, paramos en hostel. Uno caro, feo, tétrico. Pero había que dormir, pasar la noche. Y eso hicimos.
Al otro día nos cambiamos a otro hostel, no tan feo y a menos de la mitad de precio.
Es una hermosa ciudad, con sus volcanes que la rodean, con sus construcciones coloniales y su gran gastronomía (tengan mucho cuidado si les ofrecen rocoto relleno). Hicimos un free tour para conocer un poco más de su rica historia y este hace que aún nos guste un poco más.

Los dos días siguientes los pasaríamos en el Cañón del Colca.

Horario de partida del hostel: 3 am
Desayuno en el pueblo de Chivay: 7.30 am. Un té de coca y anís, un pan con manteca y mermelada (incluidos) y un huevo revuelto (2 soles)
Llegada al mirador cruz del cóndor: 8 am.
Resultado del avistaje: positivo. Aproximadamente 5 especies entre machos y hembras.
Anécdota de estos animalitos: el macho una vez que elige a su pareja la ayuda a construir el nido y empollar los huevos.
Le es fiel para toda su vida (de un promedio de 80 años) a tal punto que si en algún momento de esta se siente dejado por su pareja, se suicida tirándose al mejor estilo kamikaze al cañón.
Pampa San Miguel: 9 am iniciamos el tour de dos días caminando.
3 hs bajando 9 kms aprox 1100 mts por el margen izquierdo del valle.
Llegada al río Colca, mojada de pies en el río para deshinchar y refrescarnos. Cruzamos el puente colgante, algunos saltando otros agarrados de la cuerda.
Arribo a San Juan de Chucho para almorzar una buena sopa de verduras y un fondo de arroz, palta, ensalada y carne alpaca.
Antes probamos, cortesía de Gloria (habitante del lugar) Chirimolla, fruta dulce oriunda del valle. Más adelante, también probamos el fruto del cactus (símil kiwi pero más ácido)
Mini siesta a la sombra, cargada de agua del río en botellas y potabilizada la misma, subimos unos 150 mts (casi se nos sale el corazón por la boca) a Cochinigua y luego Malata (anexo del distrito de Tapay).
Pintada de cara a lo indio con el colorante de la Cochinilla.
Estos dos últimos pueblitos, de no más de 300 habitantes, aún conservan las tradiciones de sus orígenes (resistieron a la conquista Inca y de los españoles).
Comienza el último tramo del día, descendiendo al Oasis Sangalle, donde pasamos la noche y completamos 20 km de treking del primer día.
Lugar exquisito, el mejor cielo que hemos visto hasta ahora, habitaciones sin luz, ducha en la pileta, cena a las 1930 y al sobre temprano.
Horario de partida hacia la cima del valle: 5 am
Resumen del partido: experiencia cercana a la muerte, gemelos y cuádriceps duros como una piedra, poco oxígeno, buena chivada.
Llegada a Cabanaconde: 7.25 am (1100 ms en 3,5 km aprox; promedio de ascenso: 3 hs)
Nos recibieron con un buen desayuno, y cargamos un poco de energía para seguir el último trayecto del viaje aunque, por suerte, en bondi.
Paramos en el mirador del valle, donde se pueden observar las terrazas donde trabajan igual que hace cientos de años.
Gloriosas termas naturales
Almuerzo en Chivay. Buffet libre, 3 platos de comida para hacer rendir el precio que pagamos.
Subida hasta Patapampa: 4910 msnm. Nacimiento del río Amazonas (a confirmar) Se pueden ver todos los volcanes de la región: Misti, Chachani, Pichupichu, Ampata, Sabancayo
Armamos nuestra propia Apacheta (montañita de piedras que te permite pedir un deseo, según la tradición).
Parada en la Reserva Natural de Salinas, donde por matar una llama, vicuña, guanaco o alpaca vas preso.
Arribo al centro de Arequipa: 6 pm.
Te en resto chino para robar wifi y partir a Ica dando señales de vida.

Guía: Gustavo
Grupo: Chelo y yo. Killy, Laura, Carlos y Judit (España). Carla y Simone (Italia). Atila (Brasil)
                                     










 


Después de haber vuelto de estos increíbles días a la ciudad, esa misma noche viajábamos hacía Ica.

Iquique

Después de haber saldado nuestras deudas en San Pedro, partimos rumbo a Iquique.
Viajamos durante toda la noche y llegamos cerca de las 6 am a la terminal. La casa donde nos esperaban quedaba justo en la otra punta de la ciudad, por lo que tuvimos que tomar otro colectivo para alcanzar el objetivo del día.
Encontramos la casa pero nos costó despertar a Anahí. Ya estábamos pensando en un plan alternativo cuando apareció en el balcón y nos dijo que avancemos.
Aquí nos quedamos dos días y dos noches. Anahí nos dejó su habitación para los 4. Los catalanes a la cama, los argentinos al piso. Debut y despedida, al menos para mí, de la colchoneta inflable. Me llegaba hasta la cintura y no soportaba los noventa y tantos kilos. Alivianando mochila.
Aprovechamos para cocinar después de varios días. Tacos y unos choris bien piolas, que a Lau no le sentaron tan bien. El Killi aprendió a cocinar la masa de los tacos. Y el Chelo ya se consagraba como gerente de limpieza del grupo.
En Iquique nos dedicamos a recorrer el centro de la ciudad y pasar un buen rato y alguna que otra siesta frente al mar. Otra ciudad con las que no supimos congeniar.
Lo más lindo que nos llevamos de este lugar, la experiencia de Cs.
Conocimos a la familia entera de Anahí: su hijo, su hermano, y sus padres. Ellos eran maestros rurales. Compartimos una charla interesante sobre su trabajo y forma de entender las formas e importancia de la educación. Para cerrar la noche, tocaron unas canciones de su repertorio con charango y guitarra. El Kili y el Chelo hicieron su parte también, y así, luego de este emotivo intercambio cultural, nos fuimos a descansar.

Un nuevo día nos esperaba. Un día largo, destinado a llegar a la frontera Arica (Chile) – Tacna (Perú) y llegar ya entrada la noche a la bella Arequipa.


jueves, 27 de agosto de 2015

San Pedro de Atacama


Sol de frente,
Desierto de por medio
Me vi por vez primera
En primera persona
Donde siempre admire a muchos.

Ni el mejor diario del mundo
Puede relatar, por más sinceras y genuinas intenciones,
Ese instante viajando.

Y no es esta, estoy seguro, la excepción.
Solo quiero dejar asiento,
Para recordar lo que siento en ese momento.

Cuando el tiempo carece de sentido
Cuando lo que importa es lo que sigue y nada más.
Cuando sabés leer los indicios
Que estás en el camino correcto.

Quizás sea que en medio de la nada
Que el silencio dice tanto
Y el alma oye lo que necesita,
Saber que todo está en calma.

Esto es lo que dejó nuestra primera experiencia en el desierto.
Bien temprano por la mañana ya estábamos en San Pedro. Conseguimos un hostel que, según el promotor, era el más barato. Dejamos las cosas y salimos a dar una vuelta por el centro para buscar información sobre las excursiones y demás.
Estudiando los mapas, precios y lugares en la plaza central, se acerca un señor en bici que se presenta como Miguel, dueño de la Casa de los Músicos. Nos ofrece hospedaje más económico que el primero, por lo que fuimos a verlo. Nos cierra por todos lados asique fuimos a buscar nuestras cosas al otro hostel, negociación mediante y ante la negativa de un acuerdo justo, nos marchamos a la Casa de los Músicos.
La dueña del hostel, pareja de Miguel, era una francesa fanática de su gato que pesaba unos 15 kilos. Nos costó un poquito, pero pudimos entrar en confianza. La casa estaba llena de franceses, en su mayor parte exploradores. Ellos nos invitaron, o nosotros nos invitamos, a su cena y además nos enseñaron a hacer una hornalla con dos latas de gaseosa y alcohol.
Ahora sí, habiendo contratado las excursiones (pero aún sin pagarlas porque no andaba el posnet), conocimos:
1er día: Valle de la luna, Valle de la Muerte y Quebrada del Coyote para ver la puesta del sol.




2do día: Laguna de los flamencos (donde hacía unos -10° C, y ni los dos pares de medias térmicas nos pudieron proteger del frío), Lagunas Altiplánicas (a unos 4100 msnm, para zafar del malestar que genera la falta de oxígeno frotamos y aspiramos una plantita llamada Chuchicandia. En este camino pasamos por un punto magnético en el cual el auto apagado era atraído y hacía marcha atrás por una subida), Laguna Escondida (donde el agua tiene más concentración salina que el Mar Muerto; me tiré y no llegue a hundir la cabeza pero puedo asegurar que fue el agua más fría que toque en toda mi vida, sentías agujas pincharte la espalda de lo congelada que estaba) y para despedir el sol un pisco sour con papitas.






3er día: nada. Qué raro. Falto contar que pasó la noche anterior. A la vuelta de las excursiones nos acercamos a cancelar nuestra deuda. Pero el posnet seguía sin funcionar. Y con efectivo no íbamos a pagar ya que quedábamos prácticamente en bolas, y la condición había sido clara: si pagamos con tarjeta las hacemos. Las cosas se pusieron tensas, y nos tuvimos que pelear con la dueña de la agencia (la señora Marta). Ella culpaba a nuestras tarjetas y nosotros estábamos seguros que el problema era de ella. Por lo que llamó a su banco, en alta voz para que podamos escuchar, y desde allí le responden que no tenían habilitado operar con tarjetas internacionales.
Las cosas se pusieron más tensas aún, ya tenía hambre y le explicábamos que nosotros no teníamos porque saber cuál era su contrato con el banco ni la forma de llevar adelante su negocio.
Su propuesta de solución: llevarnos hasta otra ciudad y hacerles una compra por ese monto en un shopping. Respuesta nuestra: más que negativa y amenaza de denunciarlos con el organismo de turismo. Ahí abrieron los ojitos y nos dijeron que al día siguiente lo veíamos. Pero nos cancelaron la última excursión que teníamos.
Todo esto hizo que nos enojemos y nuestro último día lo pasemos huyendo, hasta que nos encontraron en la terminal, a punto de tomar el colectivo y con nuestra deuda activa.
Final del cuento: tras otra ardua discusión, y una reducción considerable del precio, pasamos la tarjeta por un negocio amigo de ellos. Nos fuimos tranquilos y sin deudas, y con una gran anécdota para contar.
Después de 3 días en un lugar excelente, nos íbamos a Iquique, donde nos esperaba una nueva host.


La Caldera - Bahía Inglesa



Primer destino completo con nuestros amigos catalanes.
Llegamos a La Caldera, un pueblito costero pequeño y súper tranquilo. Teníamos una recomendación gracias a un contacto de los chicos y conseguimos hostel “barato”.
Nos presentan a Margarita, la dueña del hostel evangelista cumbiero. Sí, mensajes y figuras religiosas por doquier, sumado a las tardes de cumbia que musicalizaba el marido de Margarita, hicieron de esta una estadía particular.
En sí no había mucho para hacer en el pueblo, con una tarde fue suficiente para conocer la playita (muy linda) y la plaza central.

Pero era una parada necesaria para poder ir hasta Bahía Inglesa.
Hicimos dedo y viejo marinero nos levantó a los 4 y nos llevó a esta bahía increíble. Una lástima que nos haya tocado frio y cielo gris, porque la playa es más que recomendable. Agua transparente, arena blanca, daban ganas de quedarse unos cuantos días. Pero no estaba en el presupuesto por lo que, luego de una chorrillada (una suerte de revuelto gramajo con lomo y demás verduritas), pegamos la vuelta a La Caldera, esta vez caminando unos 10 km.
Habiendo preparado y comido la cena (sanguchitos de jamón y queso con vino tinto) nos vamos a tomar el bondi.
Próximo destino, San Pedro de Atacama.

viernes, 21 de agosto de 2015

La Serena - Valle del Elqui - La Serena

Entonces llegamos a La Serena. Y lamento escribirte esto Serena, pero fuiste para nosotros una incomprendida. Quizás llegamos con demasiadas expectativas, o simplemente no congeniamos.
Supongo que así como uno no pude caer y llevarse bien con todas las personas del mundo, lo mismo pasa con las ciudades.
Será cuestión de gustos, química, vibras o algo por el estilo.
Dos días que se hicieron largos.
Estadía en el hostel de Carmen. Casi deshabitado. Alguna familia que pasaba la noche y otro estudiante, con su música a todo volumen en nuestra ventana.
Llegamos al faro (un tanto descuidado) y a la playa, que si no fuera por el poder hipnotizante de mar no podría habernos retenido más que unos pocos minutos.
Mirador de la Universidad, cerrado por toma y paro de los alumnos (que jugaban a las cartas magic mientras tanto, una revolución un tanto confusa, raro).
Pero este lugar era una parada obligada para poder ir al Valle del Elqui. No sabíamos de su existencia pero resultó ser de aquellos que nos gusta llamarlos “Plato fuerte”, de esos que te dejan más que sólo una buena foto. Son esos destinos que te cambian algo por dentro, que te hacen un click, donde uno se siente completo y a la vez diminuto ante algo semejante.
Dejamos las mochilas grandes en lo de Carmen, que se copó haciéndonos el aguante y tomamos un bondi hacia Elqui. Después de unas 2 horas aprox., viajando parados y sentados en el piso, llegamos.
A buscar hostel, pero con una pequeña variación del 100% en nuestro plan. Chelo y yo, Laura y Killian. Ahora somos 4.
Conocemos a estos dos nuevos personajes catalanes, hermanos, que desde entonces, y en lo que sigue y seguirá, son nuestros amigos.
Raramente pasa que en el primer lugar donde averiguamos para hospedarnos nos quedamos, pero en cuanto Santiago (el dueño) nos muestra las habitaciones y el patio del hostel, no lo dudamos ni un instante.
Vean ustedes mismos
                                                 
Fueron dos días de una paz increíble, según nos comentaban los lugareños es un pueblo en el valle, cargado de energía. Y se siente así.
Paseos en bicicleta, pueblos de artesanos, visita a bodegas de pisco, pizzas caseras, mirar el cielo, mirarlo de nuevo.
Siento que me quedo corto con estas palabras, pero es que no alcanzan para describirlo. Sólo anoten su nombre, agéndenlo y no dejen de ir.
Noche en el Valle, cielo nunca visto.
Fotos que siempre quise hacer, compañeros de viaje que quisimos tener.
Sentirse chiquito y uno, haciéndole frente a un ejército de luces allá arriba.
Pero lo importante, sentirse uno.
Y saber que en ese momento, se es feliz.






Vuelta a La Serena
Debíamos volver por nuestras cosas, y hacer una noche más para salir temprano al día siguiente.
Nos fuimos 2 y volvimos 4. Esta vez no a lo de Carmen sino a lo de Anette, una chica mexicana que nos dio Cs a los 4. Experiencia divertida ya que la vimos poco más de 2 horas en todo el día, pero confió en nosotros nos dio su llave y nos manejamos a nuestra manera. Ella trabajó todo el día y sólo compartimos una linda charla antes de dormir.
Próximo destino, La Caldera, para conocer Bahía Inglesa, al ritmo de esta canción que nos enseñan los pibes de Barcelona.


jueves, 20 de agosto de 2015

Santiago de Chile

Sin haber llegado nos esperaban desde antes.
Gracias a esta nueva forma, al menos para nosotros, de viajar que se llama Coachsurfing (Cs), teníamos asegurado al menos un techo donde pasar las primeras noches.
En esto invertí mis últimos días en la oficina. Mucho mate de por medio con los compañeros, que se encontraban en una situación similar a la mía, comencé a adentrarme en este universo paralelo del Cs. Gente de cualquier parte del mundo que te abre las puertas de su casa y te hospeda, por el simple hecho de conocer, confiar, disfrutar. Una forma de viajar sin viajar.
Y para nosotros, además de todo lo anterior, una forma de abaratar/financiar este viaje.
Es en este punto donde creo que comienzan a alinearse los astros a nuestro favor (y ya verán más adelante que no me confundo al pronunciar estas palabras).
Encuentro a Estivaliz, le escribo, responde, y nos invita a quedarnos con ella y toda su familia.
Sábado 11 de Julio. Después de un vuelo bastante incomodo, donde la piernas quedaron casi enroscadas, llegamos a Santiago.
Si bien teníamos la dirección a la cual llegar, no sabíamos cómo. Preguntamos, tomamos un bus al centro de la ciudad. Preguntamos, tomamos el metro hacia la comuna San Miguel. Una vez en la parada, nos enteramos que no coincidía la dirección con la parada. Preguntamos, y el taxista, que no estaba trabajando, se ofrece a llevarnos en un servicio puerta a puerta, gratis.
Segunda Transversal 5663, San Miguel. Tocamos timbre y al abrirse la puerta no imaginábamos todo lo que iba a salir de aquella casa.
Era la casa de los Monroy Clavijo. Por aquellos días la madre y la hermanita más pequeña se encontraban de viaje, por lo que de momento, la formación de esta familia, fanática de la Unión Española, salía a la cancha de la siguiente manera:
  • Juan, el padre.
  • Nachito, hermano mayor.
  • Estivi, hermana que sigue
  • Mati, hermano que sigue.
  • Ana, novia de Nachito.
  • Señora Vero, ayudaba con los quehaceres de la casa.
En un principio había pensado en escribir una breve descripción de cada uno de ellos. Pero es demasiado injusto que sea breve porque seguramente dejaría puntos importantes fuera. Solo deben saber que cada uno de ellos se ocupó de nosotros como si fuésemos parte de la familia. Y nos lo hicieron sentir.
Nunca imaginamos arrancar el viaje de esta manera, mucho menos recibir tantas buenas energías.
Cambiaron nuestros planes originales, de 3 días pasamos a quedarnos 8. Recorrida extensiva por todo Santiago. Desde hacer mandados por la comuna el primer día a combinar en el metro de una punta de la ciudad a otra.
Tuvimos la suerte, también, de poder festejar el cumple de Estivi y sus amigas. Nuestro regalo: un browni de cajita, con manjar y crema.
El domingo, una buena caña.
Lugares a recorridos:
-          Palacio de la Moneda
-          Cerro Santa Lucía
-          Cerro San Cristóbal
-          Museo de la Memoria y los Derechos Humanos
-          Museo Nacional de Bellas Artes
-          Museo GAM
-          Museo de Historia Natural
-          Museo a cielo abierta de la Comuna San Miguel
-          Plaza de Armas
-          La Chascona, casa de Pablo Neruda
-          Barrios Bellavista, París-Londres, New York, Providencia, El golf.
-          Cajón del Maipo (tiene su propio apartado más abajo)
-          Y seguramente haya algunos más que no recuerde ahora.
A estos lugares les sumamos, ya que sólo fuimos un día, Valparaíso y Viña del Mar. Cortesía del gran Juan, que nos invitó a almorzar y nos llevó a recorrer. Todo un acontecimiento ya que, según nos contó el y luego sus hijos, hacía rato no salía a pasear por ahí.
Dos puntos del día que subimos al San Cristóbal:
1- lo hicimos con Toni, una amiga que habíamos conocido hace más de un año en nuestro paso por Bolivia. Más que agradecidos por su compañía y super contentos de encontrarnos nuevamente en su lugar.
2- el chelo se bailo una cueca con una chica que se ofreció de compañera.
fotos

Casa de la Moneda
Valparaíso
Viña del Mar


Barrio San Miguel


Barrio El Golf


Cerro San Cristóbal


Cajón del Maipo
Las pibas, Estivi, la Roja y la Tocha, se coparon y sacaron a pasear a estos dos argentos por ese mágico lugar.
Veredicto:
Desde que llegamos a Santiago podíamos ver (cuando las nubes y el smog nos lo permitían) la cordillera en el horizonte.
Tuvimos la suerte de verla por nuestra ventana un par de mañanas al amanecer.
Y ya con eso le sobraba para demostrar su belleza.
No imaginábamos adentrarnos en ella y sentirla como la sentimos.
Más blanca y pura que fría, por demás imponente.
La mano del hombre, sea de la época que sea, no podría construir algo semejante (al menos así lo pienso yo).
Y como alguna noche entre copas, ya hace algunos años, un desconocido nos decía: "Si el mundo es uno sólo, es para compartirlo", toque el país que toque, verla de un lado o del otro, la tenemos en nuestra tierra, es de todos, hay que compartirla.
Ojala esta sea sólo una de las paradas de nuestro viaje en las que la naturaleza nos deje boquiabiertos.





Despedida
Cómo era nuestra primera parada del viaje, eso tenía un claro significado. Había que seguir, había que moverse.

Quedarán en nuestras memorias y nuestros corazones todos los momentos que pasamos juntos (asados con la mano, cenas, almuerzos, cumpleaños, charlas, vinos, llantos, etc., etc., etc.)
Y en su último gran gesto, Juan nos lleva a la terminal y nos pagó los pasajes hacia La Serena, para que no hagamos dedo. Un fuera de serie.
Hoy no tengo otras palabras las que use aquel día:
Quisiera contarles

De un experimento
En el que cruzar una frontera
Para derribar el mito
Que entre hermanos se pelean.

Recibidos más que con los brazos abiertos
Fuimos hijos
Fuimos hermanos, menores y mayores
Compartimos, aprendimos.

Agradecidos eternamente
Comenzar de esta manera impulsa
A encontrar gente así
A llegar más lejos.

Es que eriza la piel
Infla el pecho
Empaña los ojos
Estar en los detalles.

Son nuestra familia aquí
Somos la suya en cualquier lugar
Los querremos por siempre
Nosotros.


Nos fuimos con estas palabras de Estivi:

Les regalo nuestra tierra, vuelvan cuando quieran porque es tan nuestra como suya! Buen viaje cabros y hasta pronto, muy pronto :)!




miércoles, 19 de agosto de 2015

Ultimos besos, últimos abrazos y volar

Después de mucho trabajo, mucha búsqueda, nos encontramos, nos decidimos.
A ser una vez más compañeros de viaje, a una vez más vivir por ahí un tiempo. Estar en el camino, mudarnos juntos a ninguna parte.

Pasaje sacado con algunos meses de anticipación sirvieron para que uno pueda prepararse, con todo lo que ello implica. Desde lo material hasta lo personal.
Creo que disfrute cómo nunca de esos días. Familia, amigos, viajar antes de viajar, comidas, salidas, fiestas, charlas, abrazos y más.

De esos días surgió esto:

No dejes pasar nunca más una musa, pensó. 
Al instante tomó nota. Recién después de varios intentos fallidos parecía haber aprendido. 
No hacía más de una mañana, en la que entre dormido, pensaba como cambiar sus días. 
Hasta entonces se conformaba con cerrar los ojos, seguir soñando, no mirar hacia donde lo llevaba su yo automático. 
Sabía, sin embargo, que aquella no era una solución; más bien una distracción momentánea. Necesitaba tiempo, no es fácil procesar los miedos, saberse fuerte de afrontar aquella su aventura. Buscó en rincones que antes miraba desde lejos. 
Comenzó a compartir su arte, aquel que se había guardado para si durante mucho tiempo.
Gracias a ello conoció, a lo que el supuso, su ángel, su musa, que lo visitó seguido, lo preparó.
Sentía aquel día cada vez más cerca. 
Trabajó el desapego de sus seres queridos. Disfruto con el alma los momentos que compartían. Abrazó fuerte cada vez que pudo. Comenzó a sentirse, por vez primera, en armonía, en equilibrio. Fue entonces que llegó aquel otoño, cuando en la última visita de su musa, no dejo escaparla. 
Sin más de lo que sus hombros soportaban, nació un peregrino del mundo entero, sin fecha de vencimiento.

Pasaron entonces esos meses sin ansiedad, sino al contrario, sabiéndose importantes para lo que venía.
Hasta que llegó el tiempo de descuento. El referí adicionó varios minutos, ya que el partido se había desarrollado con gran intensidad. Momentos de despedidas, de las que uno formaba parte de la organización y otras de las que no.

Si bien no soy bueno, no yo no, mi cara. Mi cara no aprendió del todo aún cuales son los gestos de la sorpresa, pero puedo asegurar (además de agradecer un vez más) que esa despedida me ha demostrado mucho. Siempre es lindo, por más que sea algo implícito en el día a día, recibir una muestra de afecto tan concreta de los que a uno más le importan.




La última noche llegó. Nos recibió con todo casi listo. Y con algunas sensaciones raras, que hasta ahora no habían aparecido. Un buen mix podría decirse de ansiedad, miedos, sueños, cansancio, y alguna que otra sustancia x, provocaban un cuadro general particular.
Una rica cena casera, una linda compañía y a intentar pegar un ojo.

Amanecimos aún a oscuras y partimos hacia el aeropuerto.

Chek in, últimos besos, últimos abrazos y a volar.




Santiago de Chile nos esperaba, con los brazos más abiertos de lo que imaginábamos.

Semilla del viajar


No se bien cual es el momento en que esa vil semilla se te mete en la cabeza.
Sólo que una vez adentro, comienza a germinar tan rápido, tan fuerte, que es casi imposible que no de sus frutos.

Es que uno viene con una estructura tan fuerte, un modelado tan intenso, que salirse de esa "cajita feliz" (al mejor estilo mc) un combo tan intenso, que incluye rutina, que llaman carrera, familia, casa, auto y/o bienes cualquiera, no nos convence fácilmente.

Pero donde nos equivocamos es en pensar que esa caja es la única forma de vivir. Supongo que al ser un standar habrá dado resultado a muchas personas. Pero que pasa con los otros, con nosotros? Esos locos, esos incomprendidos, esos inquietos,  los cuales no compramos esa cajita.

Y aquí volvemos al primer punto de todo esto, una vez que tenemos esa idea en la cabeza, es muy difícil callarla, o mucho más cruel, hacerse el tonto e ignorarla.

Hasta que llega el día, el momento, el instante, en que tomamos esa decisión. De no seguir siendo un tornillo más en esa maquina que es la rutina de la caja standar. Al menos en este momento de la vida. Al menos en esta etapa que tenemos tanta fuerza para alcanzar lo que deseamos, al menos en esta etapa que creemos en imposibles.

Y un día ya no más. Yo me largo de aquí.

Habiendo tanto por conocer y sólo me toca hacerlo google mediante, o 15 días cada una vuelta al sol. Eso no me arregla a mí, diría un indio.

Y un día ya no más. Yo me largo de aquí.

Creo que convencer a más personas de todo esto es aportar algo. Creo que si somos más haciendo lo que más nos gusta, no andaríamos tan molestos por ahí. Sin titubear pienso que algunos me acompañaran.

Y un día ya no más. Nos largamos de aquí.


Prólogo por un tal Ernesto.

Antes que nada, elegí tres citas de las notas del Che.
No me creo un revolucionario, ni mucho menos.
Solo que con sus palabras cualquiera que este pasando por un momento cómo el mio, cómo el nuestro, se podrá sentir altamente identificado.

Se las comparto, y de esta manera doy comienzo a este mio intento de diario, blog, bitácora, o lo que sea que llegue a ser el resultado de este camino ya emprendido.

Dejo para quien les interese:



"No es este el relato de hazañas impresionantes, no es tampoco meramente un "relato un poco cínico"; no quiere serlo, por lo menos. Es un trozo de dos vidas tomadas en un momento en que cursaron juntas un determinado trecho, con identidad de aspiraciones y conjunción de ensueños."

"El personaje que escribió estas notas murió al pisar de nuevo tierra Argentina, el que las ordena y pule, "yo", no soy yo; por lo menos no soy el mismo yo interior. Ese vagar sin rumbo por nuestra "Mayúscula América" me ha cambiado más de lo que creí."


"En cualquier libro de técnica fotográfica se puede ver la imagen de un paisaje nocturno en el que brilla la luna llena y cuyo texto explicativo nos revela el secreto de esa oscuridad a pleno sol, pero la naturaleza del baño sensitivo con que está cubierta mi retina no es bien conocida por el lector, apenas la intuyo yo, de modo que no se pueden hacer correcciones sobre la placa para averiguar el momento real en que fue sacada. Si presento un nocturno créanlo o revienten, poco importa, que si no conocen personalmente el paisaje fotográfico por mis notas, difícilmente conocerán otra verdad que las que les cuento aquí. Les dejo ahora conmigo mismo, el que fui..."





                                                                     Ernesto Guevara, en Notas de Viaje, Diario en Motocicleta.